miércoles, 6 de febrero de 2008

Fez y las siete puertas




Fez y las siete puertas. Hace dos semanas fui con dos amigos a Fez. Era un lugar al que quería ir desde hace tiempo, pero como soy un poco como el Peliculón de Antena 3, me anuncio, me anuncio pero hasta que lo hago ha pasado mucho tiempo… hasta ahora no he ido.




(Sí, Mehdi, sí me quedé dormida, sí, Almu, sí, incluso sin niebla) Cogimos el tren temprano y en tres horas pasamos de estar en Casablanca con las Torres Gemelas a estar en una ciudad que no parece vivir en este siglo. En tres horas de tren puedes cambiar la modernidad (aparente, muchas veces) de Casablanca por la tradición de Fez.




Como todas las ciudades de Marruecos, Fez te acoge con una estación bulliciosa, llena de gente que va y que viene, pero, sobre todo, llena de gente que vive y trabaja en ella: taxistas que te hablan en todos los idiomas, mujeres pidiendo, gente que merodea por allí y se ofrece a acompañarte al centro… una marabunta de gritos y movimiento. Salimos de la estación deprisa y fuimos a desayunar y decidir dónde íbamos a quedarnos. Fez… estaba a puntode tener una imagen propia y no sólo ser el escenariode una novela de Mernissi (Sueños detrás del umbral)…y como siempre… se presentó de una manera particular…




Cogimos un taxi y el taxista, una torbellino, nos contó que había vivido en no sé cuántos sitios de España, que amaba a las españolas y a los españoles, porque éramos primos hermanos, pero que, sobre todo, amaba a Paloma. Al decir esto, ponía un ademán casi cómico y miraba hacia arriba, repitiendo, Paloma,Paloma, ójala me encuentre contigo, si no es en esta vida, que sea en la otra… de pronto, sin saber muy bien, qué asociación de ideas se estableció en su mente, pasó a contarnos que alguien en España le dijo que un hombre lejos de su familia no es un hombre, así que él cogió los bártulos y se volvió a Marruecos con su mujer y sus dos hijos. La historia del taxista parecía estar pensada para que durara justo el tiempo del trayecto. La historia terminó, el trayecto se acabó, y Fez comenzaba.




Fez es conocida como la ciudad de las 7 puertas y creo que nosotros entramos por la puerta trasera, porque el encanto parecía todavía escondido, resguardado tras las puertas más majestuosas. Dejamos las cosas en la pensión y nos adentramos en la medina. Las callejuelas empezaron a multiplicarse, los coches a extinguirse, los colores de la artesanía se reproducían, las muestras de la arquitectura occidental suprimidas… Fue como si al pasar por una de las puertas que dan acceso a la medina hubieras cambiado, de país, de tiempo…todo cambió, la ciudad se volvió laberíntica, los oficios eran ya medievales, y el transporte ecológico era el único que se veía (todos a pie o en burro).




Anduvimos y callejeamos todo el día, comimos en un sitio escondido, disfrutamos (sin demasiado mal olor) al ver a los curtidores de cuero en plena faena. Y, más que nada, aprovechamos un lugar privilegiado para ver la puesta de sol con la llamada de todas lasmezquitas de Fez. Un café largo (y rehilante) en una colina con toda Fez a los pies. Merece la pena el viaje solo por eso!




Por la noche fuimos a cenar y a tomar algo a la Ciudad Nueva, y otra vez más, dos mundos aparentemente opuestos se combinan y conviven en un espacio reducido. Es algo que siempre me ha llamado la atención de Marruecos, del país y de la gente!




El domingo volvimos a la medina y con Mehdi, nuestro guía privado, nuss-nuss maghribi-spanyoli entramos en una residencia de estudiantes. Nos contaron que los estudiantes estaban becados y que venían a Fez para hacer estudios islámicos, que la beca consistía en 300dirhams (30 euros) para los marroquíes y 500(50 euros)para los no marroquíes más 5 panes. ¿5 panes? ¿5panes?




Ese día comimos en una asociación de mujeres que encontramos por casualidad, en ella había cocina, taller y peluquería. Comimos en la peluquería, que parecía que hacía siglos que nadie iba, y la peluquera quería cortarme el pelo a toda costa. Cosa que se entiende por otra parte…






El viaje se acabó, y Fez parece seguir inmune alfuturo.

5 comentarios:

Mehdi Afellat dijo...

Uueeeeee!! Io sono il nuss nuss maghribi-spanyoli! A ver cuando hacemos el siguiente viaje relampago de fin de semana de nuevo...pero nada de pensiones con ducha fria! :p

PS: Tetuan tambien tiene 7 puertas :D

Anónimo dijo...

Y robledillo ...

Y Cáceres en 2016 será todo puertas

Anónimo dijo...

Seguro que las de Tetuán son de palo!

Mehdi Afellat dijo...

A que pillo un palo de verdad y te pego como vuelvas a decir cosas asi de Tetuàn? (Espero que Antonio no lea los comentarios de este blog, o me espera una buena...)

Anónimo dijo...

JAAJAJAJAJAJAJA. Tantas cachas y mira cómo te achantas!

También músculos de palo, bohhh!


(yo escribo como anónimo porque también tengo miedo)